miércoles, 17 de octubre de 2018

Pareja a la puja.



- ¡Empieza la puja con 100 pavos!. ¿Alguien da 200?, ¿He oído 250?. ¡Se cierra la subasta con 200!, ¡estáis advertidos!. Así maneja las subastas Sean Kelly, el "segurata" o director de subastas que anima un poco el cotarro entre tantos compradores de los Estados Unidos.

En nuestro siempre venerado televisor podemos disfrutar de varios documentales llegados del continente americano. Otros exitosos espacios que se han dado a conocer (y de los que seguramente ya hablaré) son "Cazasubastas", "Empeños a lo bestia" y "Guerra de containers". Hoy conoceremos "Pareja a la puja", cuyo título original en el país de las barras y las estrellas es "Storage Hunters".

"Txispupu" y su mujer Lori.
- Entre 2011 y 2013 comenzó a emitirse por TruTV, este documental sobre subastas de almacenamiento. Ciertos objetos de valor (alto o bajo) son encerrados en almacenes, containers o camiones y los compradores tratan de hacerse con mucho dinero mediante esas subastas dirigidas por el calvito Sean Kelly, a quien dificultan la buena dirección con absurdas peleas e insultos propios de un patio de recreo.
La serie fue cancelada en 2013, pero el éxito alcanzado en Gran Bretaña hizo que Kelly volviese a romper los candados de los almacenes con la ayuda de un gorila de grandes dimensiones. Lo cierto es que el documental es bastante entretenido, o al menos yo me echo unas risas. En "Pareja a la puja" aparecen diversos personajes que le dan vidilla al asunto. Los grandes protagonistas son Brandon y Lori Bernier, un matrimonio que viven de las subastas a la par que lucen sus desacuerdos de convivencia a causa de la tensión provocada por cada evento. A Brandon le llamo "Txispu" o "Pupu" por su cierto parecido con un viejo amigo de Bilbao, y es que realmente tiene rasgos de vasco. Lori es la típica mujer con carácter, muy ambiciosa. Lo que más me llama la atención de esta señora es su facilidad para coger, perder y recuperar kilos. Es algo alucinante.

Pero Lori no es la única con problemas alimentarios. En esta particular serie nos encontramos con otros personajes, cada cual de mayor peso literalmente. A muchos de estos personajes les acompañan motes o apodos ciertamente originales: "Papa Bear", The "Taylor Brothers", "Jesse" McClure, Scott y Chrissy, Faux Hawk y T-Money, entre otros.

Lo dicho, la mayoría son auténticos osos, tipos grandes que siempre se meten con el bueno de "Pupu". Esto es lo gracioso de la serie, que siempre se la montan a Brandon, algo que a Kelly no le gusta en absoluto. Eso sí, "Txispupu" sabe defenderse, y a veces le hemos visto lanzando repetidos "punchs" a gigantones como los Taylor o a Scott, personajes que hacen de malos en "Storage Hunters".

Las reyertas que se forman en este documental cien por cien norteamericano es lo que da poca credibilidad al reality, en especial cuando contemplas que Brandon y Lori casi siempre ganan con sus pujas.

En los almacenes se encuentra de todo, desde objetos inservibles, a automóviles increíbles e incluso piezas de antigüedad que posteriormente serán valoradas por esos expertos en reliquias que darán la buena nueva a los compradores.
Y ese es el mecanismo de este programa resurgido en las islas británicas. El espacio, con duración de media hora, transcurre con rápidas subastas y la posterior valoración de ganancias o pérdidas. Ahí está la sal de "Pareja a la puja".

Sean Kelly dirigiendo una de las muchísimas subastas que entretienen al espectador. 

- Yo lo descubrí en DMax (Discovery Max), un canal de televisión que suele emitir diversos documentales de este estilo, además de otros. Como la mayoría de este tipo de contenido televisivo, también podemos descojonarnos con los pésimos doblajes al castellano, es decir, escuchamos "¡maldición!" bajo un enérgico "motherfucker", además de otras típicas expresiones norteamericanas.

Os invito a que os paréis a ver este espacio-documental en DMax en las horas de entremesa, no tiene desperdicio pese a su cancelación en los Estados Unidos. California, Pennsylvania, Nueva York, Kansas, Mississippi, Oklahoma... Cualquier estado es bueno para encontrar auténticos tesoros encerrados en un almacén.




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