martes, 29 de noviembre de 2016

Mentes Criminales.



- Me ha costado mucho volver a escribir en mi Zapping, casi dos años. Supongo que será por el trauma adquirido a causa de referirme a algunos programas o series como el que hoy voy a analizar.
Se trata de una famosa serie norteamericana llamada "Mentes Criminales", o "Criminal Minds" en su versión original. Esta teleserie es un clon televisivo de los C.S.I. o N.C.I.S., de los cuales ya hablaré más adelante (si aún me quedan fuerzas después del suplicio de hoy).

Mentes Criminales se estrenó el 22 de septiembre de 2005 en el canal de televisión estadounidense, CBS, así que ya sabemos quien es el principal culpable de tener que tragarnos semejante bodrio. El caso es que los genios Mark Gordon y Ed Bernero (productores de MC), tuvieron la maldita idea de crear esta serie basada en el trabajo de los miembros del equipo de Unidad de Análisis de Conducta del FBI, un grupo de investigadores de diversas ramas de la criminología que se dedica a hacer análisis psicológicos y criminológicos a criminales para facilitar su captura. En esta "obra" intervienen los siguientes actores: Thomas Gibson, Shemar Moore, Matthew Gray Gubler, A.J. Cook, Kirsten Vangsness, Joe Mantegna, Adam Rodriguez y Paget Brewster, entre otros (aún menos importantes).

Aquí tenemos al maniquí moreno de El Corte Inglés.
- Para empezar con esta durísima tarea, voy a describir un poco a los personajes de mentes criminales. Aaron Hotchner (Thomas Gibson), es uno de los jefazos. Un supervisor de la Unidad con más traumas que Marco en el día de la madre. Este tipo no parece estar hecho para el combate pese a ser un miembro destacado de la admirada FBI. Aparte de esos complejos que el tipo deja en cada capítulo, el tal Hotchner tiene un gran parecido al ex-futbolista y actual entrenador argentino Eduardo Berizzo (ver foto pulsando en su nombre y juzguen el parecido).
Y pasamos de un hombre poco temido a otro que da menos miedo que la película de Bambi. Me refiero a Spencer Reid (Matthew Gray Gubler), o como yo le llamo "el Teclados". Este tío se hace pasar por psicoanalista en la serie, aunque a veces aparece en escenas de riesgo, donde verdaderamente hace el ridículo. Y es que el agente Reid -en lo que a acción se refiere- es más inútil que un polo con sabor a mierda. Es como ponerle una metralleta a Mimosín y pretender que se bata en duelo contra todo un ejército de nazis. Este personaje tendrá mucho futuro programando ordenadores, porque como dependamos de él en un callejón lleno de matones, lo tenemos claro.

Otro de mis favoritos es Darek Morgan (Shemar Moore). También podéis denominarle "Maniquí de El Corte Inglés", debido a su parecido con esas figuritas casi humanas que nos encontramos en el famoso centro comercial. Este tío va de "Thug Life". Es el megacrack machote de la serie que desempeña el cargo de entrenador táctico. En fin, cómo le admiro.
Pero quien más le admira es Penelope García (Kirsten Vangsness). Esta "chavalita" con aparentes raíces hispanas, babosea cada vez que se refiere al maniquí. Parece la típica "gordi" que no se come un cagarro pero que debe ser muy agradecida entre sábanas. Es técnica informática de la unidad y parece ayudar mucho a sus compañeros, aunque parece más torpe que el Capitán Garfio elaborando pizzas.

Luego está el agente especial David Rossi (Joe Mantegna), quien otrora hacía el papel de árabe agresivo en muchas películas. Éste va de carroza, aunque parece de lo más útil en la Unidad. Otros personajes son: Jennifer Jareau, Emily Prentiss, Luke Alvez o Kate Callahan... aunque a estos no me referiré, pues dan menos juego que Torrebruno en un partido de basket.

Algo que sí que me gustaría analizar es la trama de la serie, y prometo no ser muy duro. Mentes Criminales es una "americanada" en toda regla... una fantasmada del doce. Muchos casos giran en torno a lo personal de los personajes. En la mayoría de ellos aprovechan para analizar el pasado del bueno de Hotchner y así reírse de él y de sus traumas... o al menos humillarle. También nos pintan lo guay que es Darek. En un capítulo reflejan su dura infancia y nos señalan lo bueno que es (qué majete, oiga).
Los casos son una auténtica bazofia y con menos sentido que ver a Andrés Pajares en un convento. Viajan al pasado con facilidad y resuelven casos que se habían paralizado durante décadas. Es decir, con esto nos quieren decir que los agentes de antaño eran malos de narices y que ellos son unos hachas.

Aquí tenemos al fabuloso equipo de la Unidad de Mentes Criminales con el jefe caquillas al mando.
- Todos los capítulos van cortados por el mismo patrón. Comienzan con un asesinato, la Unidad abre el caso y, tras varias dificultades de la vida, éstos lo resuelven con la inestimable ayuda de la informática salida, un psicoanalista rilado y un jefecillo traumatizado de por vida.
No pueden faltar los previsibles finales de estas teleseries. Después de un trabajo bien hecho (sin cigarrito para el pecho), suena la música sensiblera y nos ofrecen un repaso (on personal) de cada personaje... ¡oh, que bonito!.

En fin, que no sé si podré escribir durante otros dos años, porque ver series como esta te dejan tocado del tarro. Por suerte he visto pocos capítulos, pues ver más sería entrar en bucle constantemente. Sé que a muchos les mola Mentes Criminales, pero , en mi humilde opinión, y al igual que otros bodrios como C.S.I. o N.C.I.S., este tipo de series deberían estar privadas de emisión. Seré generoso con la puntuación, ya que reconozco que los personajes me han inspirado bastante.


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