- Otro programa que puede ocupar dos secciones: la de humor y la de concursos. Ya hace casi dos décadas que "No te rías, que es peor" desapareció del panorama televisivo, siendo un concurso muy similar al de "Genio y Figura", también de aquella década y sobre el cual hablaré en "El Zapping de Ereaga".
Además de los cómicos, este concurso daba protagonismo a dos concursantes que se enfrentaban a base de risas... aunque el objetivo era evitar la carcajada. "No te rías, que es peor" se dio a conocer el primer día de octubre por medio de Televisión Española.
Se emitió durante un lustro pese a que el director general de RTVE criticó con dureza la emisión de este espacio humorístico diciendo que "era claramente fronterizo con el mal gusto". Fueron estas declaraciones de Jordi García Candau las que acabaron con la emisión del concurso humorístico.
Ramón García fue uno de los presentadores. |
Otros que ganaban protagonismo en el concurso -además de los participantes- eran esos cómicos, algunos de cierto prestigio y otros no tan conocidos. Entre ellos estaban Marianico El Corto, Pedro Reyes, Paco Aguilar, Manolo de Vega, Emilio Laguna y el Señor Barragán. El último alcanzó mayor fama, dándose a conocer por su disfraz de mendigo y sus gafas de culo-vaso. Ellos eran los encargados de hacer reír a los concursantes, entre los que un día figuró un ignoto Santiago Segura. El actual actor y director español era un jovencísimo muchacho que acabaría dando sus primeras clases de humor y originalidad, esas facetas que más tarde le llevaron a triunfar en la gran pantalla. Segura fue uno de los muchísimos concursantes que trataron de hacer dinero en "No te rías, que es peor". Se dice que aquel dinero obtenido era destinado para sus pinitos en el mundo cinematográfico, como por ejemplo sus primeros cortometrajes.
Hablemos un poco de las funciones del programa. Éste se iniciaba con los dos desconocidos participantes enfrentándose a los diferentes humoristas. Es decir, cada concursante tenía que aguantar la risa ante los actores, algo que servía para sumar puntos de cara a la gran final. Los cómicos contaban chistes y lograban muecas graciosas para tratar de sacar la risa del concursante.
Esta era la fase que más se asemejaba al nombre del concurso, aunque también existían otras pruebas diferentes. Una de ellas era la de "La Cacharrería", que consistía en dar funcionamiento a los objetos que traían los espectadores. El objeto elegido premiaría al espectador con dinero en metálico.
Una de las pruebas más llamativas era la de "Tebeo" o "Tebeo Doble". Se trataba de un panel con los rostros de los humoristas, presentador, concursantes y el logo del programa. En esta prueba visual había que buscar las dos imágenes iguales para tratar de sumar puntos y dinero.
La siguiente misión era la de enfrentar a los dos participantes en un duelo sin cuartel para hacer reír. Al igual que en la primera misión, ambos jugadores deben hacerse reír en un tiempo determinado para poder pasar a la fase final. El desenlace era sencillo, el que antes riese, perdía, y por ello tenían que sacar e humorista que llevan dentro, como ya hizo Santiago Segura en su día.
Antes de encarar la fase final, el finalista deberá jugar en un nuevo panel dependiendo de su puntuación. Mediante sus puntos, éste elegirá unas casillas en cuyo interior esconden diferentes premios o dinero en metálico. Entre algunos premios se hallaban objetos cutres, como una boina o un desatascador, aunque otras casillas escondían viajes y una buena cantidad de pesetas.
Tras haberse enfrentado a los humoristas en una prueba de noventa segundos, el gran vencedor habría aguantado la risa para sumar esos puntos que servirían para abrir un mayor número de casillas en el "Tebeo" final. Con ésta última prueba concluía "No te rías, que es peor".
Así es como se mantuvo en antena durante cinco años este novedoso concurso humorístico que logró contar con una buena audiencia durante cierto tiempo. Miriam Díaz-Aroca sería la última presentadora, hasta que en 1995 se dejó de emitir el programa.
El Señor Barragán tratando de hacer reír a uno de los concursantes de "No te rías, que es peor". |
- Lo realmente gracioso y entretenido del programa estaba en ver como los participantes pasaban de evitar la risa a hacer todo tipo de payasadas para imponerse entre ellos. Yo no me atrevería a tildar este programa como espacio de mal gusto, como dijo en su día Jordi García Candau. No obstante, sí diría que el concurso se volvió algo monótono y cansino.
He de reconocer que los humoristas apenas me hacían esbozar una sonrisa. Yo creo que sí hubiera acudido a "No te rías, que es peor" no hubiera sufrido mucho para eludir la carcajada. Quizás el nivel humorístico dejaba mucho que desear.
El motivo por el que no le doy ni el aprobado a este programa es el que expongo anteriormente y la poca innovación de sus creadores. Tal vez unas nuevas pruebas hubieran cambiado mucho el rumbo de "No te rías, que es peor", pero la monotonía generó que se evaporase ese éxito inicial.
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