miércoles, 20 de noviembre de 2019

La casa de mis sueños.



- En estos tiempos en los que está permitido soñar, ya que es prácticamente imposible hipotecarse, "W Network" nos ha presentado un reality show en el que vemos como se cumplen esos sueños en la vida de muchos canadienses.
Explorando por canales como Be Mad, DMax, Mega o Divinity podemos encontrar muchos documentales de auténtico despilfarro de dinero, y "La casa de mis sueños" no se queda atrás. En España es emitido por Divinity y os aseguro que tiene bastante audiencia.

Este programa nació en Canadá, producido por Cineflix y que atravesó la frontera con los Estados Unidos para darse a conocer por el mundo entero. En los comienzos del año 2011 se empezó a emitir, pero desde 2015 no se superaron los 86 episodios que llevaba en antena. Aún así, los capítulos repetidos pueden verse por otros canales.

Estos son los gemelos Jonathan y Drew Scott.
- Los protagonistas de "La casa de mis sueños" (Property Brothers) son dos hermanos: los gemelos Scott. Jonathan y Drew Scott tienen la misión de hacer feliz a todo aquel que busca un techo, aunque no cualquier techo. Como suele ocurrir en el ámbito norteamericano, todo es a lo grande. Lo que realmente vemos en este documental de realidad, es más bien irrealidad.
Estos seres, tan parecidos entre sí como con el futbolista uruguayo Luis Suárez, son dos inmobiliarios que conocen muy bien este mundillo. Se dice que con la mayoría de edad cumplida, ambos hermanos ya se dedicaban a captar clientes y fidelizarlos. De este modo llegaron a la fama. Ellos mismos compraron una casa y la decoraron para sacar un beneficio de 50.000 dólares, y a partir de entonces fue un no parar.
Ya en 2004 fundaron su propia inmobiliaria, y tras ganar dinero a raudales con la "Scott Real Estate" les sirvió para alcanzar una fama que les llevó a triunfar en el mundo de la televisión. Así es como los Scott empezaron a acaparar los principales medios de televisión, con un exitoso reality show que a traspasado todas las fronteras hasta el punto de ser emitido en varios países del planeta... ¡La casa de mis sueños entra en nuestras vidas!.

Cada programa lleva el mismo guión. La típica familia o pareja norteamericana busca un hogar al que puedan acceder sin perjudicar mucho sus cuentas bancarias. Esa es la misión de los hermanos Scott, que deben buscar casas que reformarán y adecuarán a gusto del consumidor.
Drew es un experto en bienes raíces que busca casas en un buen estado y negocia su compra; su hermano Jonathan es un contratista con licencia que renueva las propiedades. Ambos ayudan a satisfacer las peticiones de sus clientes, y como no, siempre de manera exitosa.

Tampoco faltan las reformas. Si los gemelos tienen que calzarse el mono para ayudar en las ñapas así lo hacen. Eso le da más vidilla al documental, que de esta manera podemos observar como evoluciona el proyecto deseado.

Los Scott son quienes hacen que sus clientes idealicen su casa pese a que por ello tengan que rascarse el bolsillo más de la cuenta. En cada capítulo hemos contemplado como son capaces de convertir una cabaña en casi una mansión o un edificio en ruinas en esa casa de los sueños que tanto se cita.
Así es como nos encontramos con un entretenido programa en el que caben las negociaciones, las obras, los sueños y el final feliz. Estos gemelos cumplen con sus clientes y nos muestran su lado más humano mezclado con una amplia sonrisa al más puro estilo Profident.

Durante la emisión de "La casa de mis sueños" hubo varias modificaciones, pues el programa pasó de grabarse en Ontario (Canadá) a hacerlo en Texas (EE.UU.). Tras un breve retorno a su país para rodar en Vancouver, otra vez se traspasó la frontera para rodar en el condado de Westchester, perteneciente al estado de Nueva York.

Así es "Property Brothers", ese documental hogareño que dio nacimiento a otros espacios televisivos que aumentaron la fama de los Scott. Transcurrieron siete temporadas con casi noventa episodios y, a partir de 2015, los famosos hermanos continuaron con otros proyectos.

Todas las familias que acuden a los hermanos Scott acaban cumpliendo sus sueños.

- No soy de los que sigan mucho esta clase de documentales, pero reconozco que me he llegado a ver más de un capítulo por completo. En principio resulta algo novedoso, pero cuando ves varios episodios acaba siendo muy repetitivo.

Aún así, considero que este tipo de programas tienen su gracia. Lo triste es que se emitan en un país en el que solamente nos queda soñar despiertos. Si no tenemos para una hipoteca, como para llamar a los hermanos Scott... Lo único que éstos podrían construirnos es una caseta para perros por falta de medios.
Siempre nos quedará conformarnos con contemplar la felicidad de los clientes beneficiados por el trabajo de los hermanos inmobiliarios. Yo tengo la sensación de que son actores, aunque ya se suele decir: "¡Solo es posible en América!".


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